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La mayoría de los pacientes con traumatismo cerebral tienen lesiones a otras partes del cuerpo además de daño a la cabeza y al cerebro. Los médicos llaman a esto politrauma. Estas lesiones requieren de un cuidado inmediato especializado, y pueden complicar el tratamiento y la recuperación de un traumatismo cerebral. Otras complicaciones que pueden acompañar al traumatismo cerebral incluyen la disfunción pulmonar (pulmón), la disfunción cardiovascular (corazón) a raíz de un trauma cerrado del tórax; la disfunción gastrointestinal, los desequilibrios de fluidos y hormonales; y otras complicaciones aisladas, tales como las fracturas, traumas de los nervios, trombosis aórtica; coagulación sanguínea excesiva, e infecciones.
Las víctimas a menudo desarrollan hipermetabolismo, es decir, una aceleración del ritmo metabólico, lo que conduce a un aumento en la cantidad de calor que produce el cuerpo. El cuerpo transforma en calor la energía necesaria para que los órganos sigan funcionando, causando un desgaste de los músculos y la desnutrición de otros tejidos. Las complicaciones relacionadas con la difusión pulmonar pueden incluir el edema pulmonar neurogénico (un exceso de fluido en el tejido pulmonar), la aspiración neumónica (neumonía causada por aspiración de materias ajenas a los pulmones), y coágulos de grasa y de sangre en los vasos sanguíneos de los pulmones.
Los desequilibrios de fluidos y hormonales pueden complicar el tratamiento del hipermetabolismo y elevar la presión intracraneal. Los problemas hormonales pueden ser el resultado de una disfunción de la pituitaria, la tiroides y otras glándulas a través del cuerpo. Dos complicaciones hormonales comunes del traumatismo cerebral son el síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética y el hipotiroidismo.
Un traumatismo cerrado de tórax también puede causar problemas cardiovasculares, incluyendo daño a los vasos sanguíneos y hemorragias internas, así como problemas con el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo. El traumatismo cerrado de abdomen puede causar daño o disfunción del estómago, intestinos grandes o pequeños, y el páncreas. Una complicación grave y común del traumatismo cerebral es la gastritis erosiva, o inflamación y degeneración del tejido estomacal. Este síndrome puede causar un crecimiento bacterial en el estómago, aumentando el riesgo de una neumonía aspiratoria. El cuidado estándar para pacientes con traumatismo cerebral incluye la administración de inhibidores gástricos profilácticos para prevenir la acumulación de ácidos estomacales y bacterias.
Traumatismo cerebral: Esperanza en la investigación. National Institute of Neurological Disorders and Stroke, Los Institutos Nacionales de la Salud. http://espanol.ninds.nih.gov/
Publicación de NIH 06-158s
Preparado por: Office of Communications and Public Liaison
National Institute of Neurological Disorders and Stroke
National Institutes of Health
Bethesda, MD 20892
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